Algunas actrices porno asiaticas viajan a otros continentes para prosperar en sus carreras profesionales, y esta en particular intenta adaptarse a la cultura local, conocer los gustos del país que está visitando, las costumbres y por supuesto el sabor del semen. Por eso le pone tanto empeño a la tarea de buscar buenas pollas con las que representar escenas de corridas faciales, que siempre son bien recibidas por el gran público y además le permiten saborear el género local de manera deliciosa (y pringosa).