Eran las 7 de la mañana y tenia que desquitarme toda la energía que tenia encima así que llame a mi entrenador y antes que nadie en el gimnasio empecé mi rutina aunque un poco mas cachonda que de costumbre. Sin nada de ropa pensaba ganar la pelea contra el sexo opuesto y demostrar que las mujeres son las tienen el poder en sus manos.